martes, 11 de noviembre de 2014

MUSEO UNIVERSITARIO DR LUIS MARIO SCHNEIDER



En el año 2001, el 18 de mayo, Día Internacional de los Museos, se abrió al público el Museo Universitario "Dr. Luis Mario Schneider" en Malinalco, primer museo extramuros de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM). Al año siguiente recibió el premio “Miguel Covarrubias” otorgado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia al mejor proyecto de museo abierto al público.






Lleva el nombre de Luis Mario Schneider Zacouteguy, argentino por nacimiento y mexicano por naturalización, quien fuera catedrático de universidades como la de Córdoba, Argentina; Rutgers en New Jersey, Estados Unidos, la Iberoamericana, la Veracruzana, el Colegio de México en nuestro país, además de la Nacional Autónoma de México, donde fue investigador del Instituto de Investigaciones Bibliográficas. Luis Mario vivió los últimos veinte años de su vida en Malinalco, en donde participó activamente en la vida comunitaria, apoyando toda suerte de iniciativas culturales y sociales. Falleció allí mismo, el 18 de enero de 1999.
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El pensamiento universal de Luis Mario rápidamente compartió, junto con buena parte de los habitantes de Malinalco, la necesidad de que existiera un museo que diera cuenta de la riqueza de expresiones culturales y singularidades naturales que conviven en este lugar sin par. Fue gracias a su visión y a la confianza que otorgó a la Universidad Autónoma del Estado de México que este deseo se hizo realidad.

Luis Mario cedió por voluntad testamentaria la totalidad de su patrimonio a la UAEM, entre las que se encuentra la propiedad que adquirió en la esquina de las calles de Amajac y Agustín Melgar (cerca del acceso a la zona arqueológica), con la intención expresa de instalar allí el museo que tanto deseó para Malinalco. En atención a esta voluntad, nuestra universidad, en coordinación con el H. Ayuntamiento de Malinalco 1997-2000, el Gobierno del Estado de México, a través del Instituto Mexiquense de Cultura y el Centro INAH en el Estado de México, desarrolló el proyecto e instaló este Museo Universitario.



El Museo se ha convertido en un medio por demás adecuado para el desarrollo de proyectos de tesis de varias disciplinas y prácticas académicas y profesionales de muy diversa índole, que han redundado en el enriquecimiento de la información presentada en él y en su consolidación como excelente medio de difusión del conocimiento universitario para beneficio de los vecinos y visitantes de Malinalco.


El museo difunde la cultura, las costumbres y tradiciones del municipio de Malinalco,
está integrado por siete salas, temporales y de exposición permanente, dentro de esta última se ubican las salas de: fiestas, tiempo de lluvias, corte estratigráfico, inframundo, tiempo de secas y la del Cuauhcalli, la cual consiste en una reproducción de la fachada interior de este templo, y tiene como propósito que las personas conozcan el interior.
La instalación y operación de este museo, como cualquier otro museo moderno es, por necesidad, una labor colectiva e interdisciplinaria. Esta característica se hizo más necesaria aquí, toda vez que se trata de un recinto universitario en el que la universalidad del conocimiento contribuyó a su concepción, realización y participa activamente de su funcionamiento, y por supuesto, está presente en sus contenidos. Han participado especialistas en diversos campos de formación universitaria: arqueología, antropología social, arquitectura, diseño gráfico, restauración, geografía, informática, biología, diseño industrial, ingeniería y administración, quienes investigaron, diseñaron el edificio, desarrollaron los guiones, efectuaron la museografía y contribuyen a su operación.

Las piezas que conforman las colecciones arqueológicas, documentales, históricas, religiosas, etnográficas, botánicas y artísticas que se conservan en el museo, fueron donadas u otorgadas en el comodato por miembros de la comunidad de Malinalco, quienes tradicionalmente se han preocupado por preservar su patrimonio común. A la fecha se han recibido más de 1600 objetos.
Tanto la recepción de las piezas como su catalogación y registro ante las instancias correspondientes se han realizado con autorización y asesoría del Centro INAH en el Estado de México. Asimismo, museos dependientes del Instituto Nacional de Antropología e historia, del Instituto Mexiquense de Cultura y coleccionistas particulares han facilitado en préstamo objetos de interés arqueológico, histórico y religioso.






El guión del museo, se desarrolló en torno a dos conceptos generales. El primero se refiere al tiempo, aunque no en el sentido estrictamente cronológico, ya que el museo, salvo en la última de sus salas no tiene un orden que inicie con lo más antiguo y concluya con lo más reciente o viceversa, sino que su tema es el tiempo en el ciclo anual. Se considera al año y sus cambios estacionales en Malinalco como el hilo del conductor del discurso temático, básicamente atendiendo a las peculiaridades culturales y climáticas que definen a Malinalco durante las dos grandes épocas anuales: los períodos de secas y de lluvias. Este recurso permitió atender un contenido amplio que incluye la diversidad de temas que previó Luis Mario Schneider para el museo, ya que él consideró su contenido no sólo circunscrito a la arqueología o a la historia, sino que pensó una visión más general de lo que Malinalco es y fue en su contexto cultural y medioambiental.                                                                                             Lo anterior favorece la inclusión de cualquier aspecto u objeto que deba estar en el museo según el guión o al enriquecimiento de este de acuerdo al avance de las labores de investigación universitaria.
Nuestro segundo concepto general se refiere a la malinalli, palabra del náhuatl de la que Malinalco toma su nombre y que se ha traducido comúnmente como hierba.                                              

De acuerdo a investigadores de la cosmovisión indígena, el universo está sostenido por cuatro árboles ubicados en los cuatro rumbos del universo, en el centro (quinto rumbo) hay un árbol que es el elemento que separa y al mismo tiempo comunica los dos planos extremos del universo: el inframundo con sus nueve niveles y el mundo celeste compuesto por trece capas; entre ambos se encuentra la superficie, sitio en el que se desarrolla el tiempo y en el que la vida de los hombres tiene lugar.   


En el interior del árbol central se encuentra una malinalli, representada como “hierba retorcida” con sus dos bandas entrelazadas recorriendo los planos, una acuática y otra de fuego.
En el marco de estos dos conceptos, de los cuales se desprenden distintos aspectos de la museografía y de la distribución del edificio, se tocan temas como los siguientes: las fiestas religiosas de acuerdo a la temporalidad del año, sus antecedentes indígenas y coloniales, los barrios, las capillas y sus características arquitectónicas, la estructura social de las fiestas y el sistema de cargos, las advocaciones y las fechas, la música y la danza.
La malinalli y Malinalco, sus representaciones plásticas, su sentido mítico, calendárico y religioso. La tierra y lo que de ella se obtiene, los climas; la topografía y su vínculo físico con otras regiones del centro de México; las plantas y sus usos (principal mente la medicina herbolaria), la alimentación y el trabajo agrícola; los implementos de producción, procesamiento y comercialización: el mercado tradicional, los sonidos de la época de lluvia; las deidades proveedoras; los manantiales y las cuevas; el convento agustino, sus murales y las representaciones plásticas de la naturaleza.







Las conquistas en Malinalco, la ocupación de sus territorios desde las evidencias más antiguas hasta las más recientes: prehistoria, formativo, clásico (la presencia teotihuacana), posclásico (matlatzincas y mexicas), la llegada de los europeos (la conquista y los agustinos), las guerras de independencia y revolución; el Malinalco actual, su transformación social, su población; su aspecto turístico, “las truchas”, la zona arqueológica; la artesanía y los “talladores de madera”.
 
 
 Debido al cúmulo de información que cada uno de estos temas representa, la solución museográfica echó mano de diversos recursos: cédulas, fotografías, piezas originales y reproducciones, maquetas arquitectónicas y topográficas, dioramas, diaporamas, vídeos, narraciones auditivas, sonidos ambientales, programas interactivos y plantas y peces vivos.
La información que se ofrece por estos medios se amplía y complementa por el equipo de “custodios-guía”, personal del museo integrado por vecinos de Malinalco, cuya valiosa participación es ponderada reiteradamente por los visitantes.



Fuentes: www.uaemex.mx.

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